Mi travesía hacia la transformación se originó en un periodo oscuro de mi vida. A los 30 años, me encontré en un abismo, enfrentando una depresión profunda. Las responsabilidades del cuidado de mi padre, quien luchaba contra una enfermedad degenerativa, se sumaron al desafío. Un breve matrimonio que llegó a su fin, relaciones tóxicas en todos los ámbitos, la incapacidad de conectar con la abundancia y la prosperidad, y una sensación de vivir sin control marcaron mi realidad.

 

La intensidad del cuidado de mi padre y las secuelas emocionales de un divorcio me envolvieron. Relaciones tóxicas y la incapacidad de establecer límites saludables me sumieron en un ciclo de complacencia y culpa. Vivía para complacer a los demás, perdida en las expectativas ajenas, culpando al pasado y a otros por mi presente.

 

Como parte de haberme graduado a los 16 años del colegio, no tenía ni idea de qué quería hacer, así que estudié algo que no me hacía feliz. Esto lo hice por seguir lo que otras personas a mi alrededor hacían, para no sentirme excluida, entre otras razones. Estudié derecho en la universidad, para lo cual no fui nada feliz y sentía que era una carga, no disfrutaba para nada. Durante mi tiempo viviendo en Estados Unidos, me enfrenté ante la presión de tener que hacer algo "productivo y de aprovechar mi tiempo en Estados Unidos", y a las expectativas de "tener que tener una maestría para poder ser exitosa y más de una universidad reconocida (y costosa jaja) en EUA". Por lo que hice una maestría en derecho internacional, lo cual claramente me ayudó a encontrar trabajo fácilmente a mi regreso a Honduras, dándome la posibilidad de trabajar en organismos internacionales durante 11 años... pero sin sentirme apasionada o satisfecha por lo que hacía. Sabía que me apasionaba ayudar a personas, y era lo que buscaba hacer, pero me daba cuenta que el derecho no era el camino para hacerlo.

 

La decisión de salir de esa espiral de infelicidad y vacío fue un punto de inflexión. Desde ese momento, el universo respondió enviándome guías, maestros y ángeles en formas inesperadas. Comprendí que cada capítulo de nuestras vidas es una lección valiosa y que los desafíos son nuestros maestros más grandes.

 

El camino de la evolución personal se reveló como una senda maravillosa. Aprendí a vivir cada capítulo, reconociendo que nuestras relaciones más difíciles son a menudo nuestras mayores maestras. El perdón, tanto hacia otros como hacia mí misma, se convirtió en la llave para la liberación. Descubrí la ligereza de vivir sin el peso del resentimiento, la libertad de ser feliz y la capacidad de crear mi propia realidad.

 

En 2021, decidí seguir mi felicidad. Empaqué mis maletas y me mudé a Ginebra, donde actualmente vivo y persigo con pasión lo que amo. Hoy, camino junto a aquellos que vibran en la misma frecuencia o aún más alto, que me inspiran a ser mi mejor versión.

 

Llegar hasta este momento de lanzar esta nueva página web, rediseñada, la cual contiene todo lo que yo puedo aportar para ayudar a otros, ha sido uno de mis mayores retos, pues a veces me sentía no lo suficientemente preparada y caía en la trampa de compararme con los demás. Algunas veces, pensaba que mi vida no era aún "perfecta" para empezar a ayudar a otros, dejándome llevar por un autosabotaje que tomaba el control de mi cerebro. Estaba actuando bajo programaciones arraigadas en mi subconsciente, aprendidas durante mi niñez. Sin embargo, hoy puedo afirmar con confianza que estoy aquí, lista para compartir y ayudar. Es por ello que trabajar en las creencias limitantes y ayudar a otros a desconectarse de esas programaciones en su cerebro, se ha convertido en una de mis pasiones.

 

Mi historia es un recordatorio de que, aunque nuestros inicios puedan ser difíciles, cada paso en el camino de la vida es esencial para nuestra evolución. A pesar de que aún se presentan desafíos en mi vida, pues la vida es un aprendizaje continúo, ahora cuento con las herramientas para salir de ellos y para no estancarme en emociones y patrones negativos. La pregunta clave para cada uno de ellos es: ¿Qué puedo aprender de esta situación? Así, hago una reflexión que me ayuda a avanzar y convertirme en mi mejor versión. Estoy aquí para compartir no solo lecciones aprendidas, sino también para inspirarte a encontrar tu propio camino de transformación y autodescubrimiento.